miércoles, 2 de septiembre de 2009

LA LOGICA DE LA AVARICIA


Estimad@ compañer@ de trabajo:

Desde nuestras mesas de trabajo y desde los mostradores, deberíamos aplaudir por la nueva adquisición que ha hecho nuestra empresa en EEUU, el Guaranty Financial, con todos sus activos, sus pasivos, sus oficinas, sus empleados y sus clientes. Según nuestro Presidente, es lógica esta adquisición en estos momentos.

Lamentablemente, las colas de clientes que nos acosan, nos rodean y asaltan en masa nuestras mesas repletas de incidencias sin resolver, propuestas que van y viene como pelotas de ping pong y objetivos que se derrumban sobres sí mismos por su incoherencia, impiden ese aplauso que no se merece la política expansionista de nuestra empresa.

Los proyectos de expansión de BBVA pasan por dar de lado la cuestión laboral y humana de los trabajadores. Los “domésticos” (que no domesticados) y los adquiridos. La opresión que estamos sufriendo todos desde hace años, y que se va acrecentando conforme pasa el tiempo, es el resultado de las políticas tercermundistas de RRHH como estamos viviendo este verano: Explotación y humillación de los que han quedado, por la miserable planificación de suplencias.

Nuestra empresa no tiene en cuenta que el fin último de ella no es solo aumentar el dividendo anual, sino además, buscar el bien de los empleados, (no solo de los directivos) y el bien de la sociedad a la que sirve, no aprovecharse de ella. “RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA” bien entendida.

Los trabajadores somos la parte realista y coherente de la empresa porque quedaremos después de que los directivos se vayan a gastar sus megamultiexageraintocables retribuciones, después de que un Zona deje paso a otro Zona más exigente (pues no lleva ganado tanto como el anterior) y de que un “ejecutor” sustituya a otro “ejecutor” porque aquel no supo o no pudo prejubilar encubiertamente con las condiciones del Convenio a trabajadores a quienes debía ofrecerle condiciones más ventajosas, ya que es la empresa la interesada en que se vaya el trabajador y no el trabajador mismo.

La obsesiva política de deslocalización de mercados de nuestra empresa, o lo que es igual, colaborar abiertamente a que la globalización sea más radical, al estar direccionada por el gran capital, uno de sus signos ya evidentes, es dejar atrás, como “lagrimas de S. Lorenzo” a sus trabajadores.

El mundo resultante de estas actividades solo nos hará a los trabajadores menos libres, y un mundo arrastrado por avariciosos, al final, no será sino un pobre mundo.

La única codicia que tenemos los trabajadores de BBVA es que la empresa nos trate con dignidad y de que podamos mirar a la cara a nuestros clientes.

AHORA MÁS QUE NUNCA NOS NECESITAMOS TODOS – AFILIATE A UGT.